Consejos para una navidad reparadora
Cuando llegan las fiestas de fin de año, el estrés aumenta, las presiones sociales sobre el evento se hacen sentir en todas las personas. Hay que planear el menú de navidad, comprar tantas cosas, sumergirse en un mundo que parece correr sin llegar a ningún lado, en medio del tráfico y las colas frente al cajero que se tornan interminables y cansantes.
Hay que organizarse, para que la navidad no cueste más de lo que debiera, en términos de salud y tranquilidad. Ante todo tener en cuenta que los viajes a menos que sean muy necesarios, deben esperar, las fiestas son el momento culminante para los congestionamientos de tránsito y no digamos los accidentes. Aún si decides viajar, lleva solo lo necesario, no te satures con las maletas y no planees hacer mil cosas que no harías si tuvieras aún todo el tiempo que no tienes.
Los regalos resultan de verdad un problema nervioso, haz una pequeña lista y si puedes, opta por los certificados de regalo, que cada quien escoja lo que gusta cuando se encuentre menos presionado por el ir a todos lados. Si has decidido permanecer en casa, piensa en lo mucho que podrás aprovechar para relajarte y sentirte que tomaste una deliciosa vacación, aún cuando cocines y recibas gente.
15 de diciembre de 2009 | 
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