La dieta y los postres
Los postres son el terror de la dieta, debemos privarnos de ellos si queremos mantener la línea y ya saben todas que ésta quizá sea la carga más pesada en la búsqueda de mantener el peso, ver tan deliciosos postres y no poder disfrutarlos. Pero quizá también es lo más erróneo que existe en cuanto a la dieta y los postres, porque sí pueden consumirse, basta con tener en cuenta las calorías de los mismos, que implica que no todos, pero sí algunos son permitidos a la hora de no querer pasarnos de calorías.
Sin duda el secreto está en escoger los postres con menos calorías, pero quién sabe cuántas tiene ese delicioso pastel de chocolate en la vitrina de la pastelería o las palomitas de maíz en la tienda del cine, ahora es el momento de checar, que sí puedes teniendo en cuenta sus calorías, el truco es escoger el postre de menos calorías, véamos en la siguiente lista cuántas tienen los más comúnes, así sepas la próxima vez cuál pedir y hacerte la regla de, postre solo una vez a la semana, al menos en lo que cuenta a los que tienen calorías que deben ser cambiados por frutas saludables y nada engordantes.
Postres con 50 calorías o menos: 12 grageas de gelatina, 2 paletas de dulce, 2 caramelos macizos de mantequilla, 1/3 taza de palomitas de maíz con caramelo, 2 galletas con chispas de chocolate, 4 menetas cubiertas de chocolate.
Postres de 100 calorías o menos: 4 chocolates kisses, 4 galletas de chocolate, 1/2 taza de pudín de vainilla, 3 dulces de caramelo suave, 1 barra de yogur cubierta con chocolate, 2 galletas de vainilla, una galleta de almendras.
Postres de 250 calorías: un brownie de chocolate, 1 taza de helado de frambuesa, 1/2 taza de helado de chocolate, una rebanada mediana de pastel de chocolate cubierto con glaseado del mismo sabor, 22 maníes cubiertos con chocolate, 1 rol de canela, 1 malteada de vainilla.
Y lo mejor es que si consumes uno de 250 calorías ya sabes que tendrás que reducir algo del resto del día, así que no es como que debas vivir de por vida sin un toque de tentador postre.
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15 de septiembre de 2010 | 
Eu acredito que o medo de falar as betesiras e bobagens vai muito da presse3o que a sociedade impf5e sobre todos. Somos pressionados a sermos intelectuais, bem sucedidos, com cargos em multi-nacionais, com o carro do ano, com gadgets de ultima gerae7e3o, com roupas de marca, falando no mednimo 3 lednguas fluentes entre tantas outras coisas. A presse3o e9 tanta que desde jovem he1 um medo de falar uma bobagem e perder a sua reputae7e3o. O problema disso tudo? Seres incapazes de inovar de enfrentar desafios, seres que se3o pressionados a ne3o errar nunca, pore9m e9 completamente contraditf3rio aos conselhos que dizem que sf3 se aprende errando. No meio de tudo isso he1 uma busca eterna pela informae7e3o e conhecimento para se tornar um ser humano respeitado e bem sucedido entre os seus amigos, colegas de trabalho, mulheres (ou homens no caso feminino) e entre a sua famedlia. c9 um problema macro complicado de ser resolvido apenas com um falem mais bobagens , a sociedade tambe9m precisa estar preparada a ouvir mais. Espero que minhas bobagens sejam fateis para algo se ne3o forem, bom ai considerem sf3 bobagens ente3o!Abrae7osOscar Ferreira@kakamachine