No es indispensable que las piernas sean tan largas como las de las modelos para que resulten atractivas. Sigue el plan de cuidados que te proponemos y te sentirás orgullosa de ellas.
TODOS LOS DÍAS:
Dúchate o báñate con agua que no esté demasiado caliente, pues las altas temperaturas deshidratan la piel y dilatan las venas. Para terminar, tonifica y reafirmar la piel de las piernas con un chorro de agua fría.
Hidrátate las rodillas y la parte anterior de las piernas con una crema o una loción, y masajéate firmemente los muslos para evitar la formación de celulitis.
Tonifícalas: Unas piernas tonificadas siempre son bonitas, independientemente de su forma.
TRES VECES A LA SEMANA
Frótate las piernas con un cepillo corporal de cerdas suaves antes de tu ducha matinal. Realiza los frotamientos hacia arriba, en dirección al corazón. El cepillado suaviza la piel, estimula la circulación y combate la celulitis.
Las piernas morenas parecen más largas y esbeltas que las pálidas. Prepárate para el verano, estación en la que más se lucen las piernas, con un buen autobronceador.
Depílate con regularidad. Para mantener unas piernas suaves y sin vello deberías pasarte la maquinilla cada dos o tres días, por lo que lo más aconsejable es una depilación con cera o azúcar cada cuatro semanas.
UNA VEZ A LA SEMANA
Una exfoliación profunda arrastra las células muertas y elimina descamaciones, dejando la piel preparada para recibir los tratamientos hidratantes. Utiliza un exfoliante corporal, de grano fino y aplícatelo en las piernas con suaves movimientos circulares, desde el tobillo hasta el muslo. A continuación, hidrátate bien la piel.
El masaje de las piernas estimula el sistema linfático y ayuda a eliminar toxinas, lo cual contribuye a combatir la celulitis. Cuando termines, relájate completamente 20 minutos con los pies en alto.